La más intensa de la trilogía. Un café con herencia, conflicto y redención. Brillante acidez, notas cítricas a naranja y mandarina y un final que exige respeto. No es el más fácil. Ni el más amable. Pero como todo lo que deja huella, no se olvida. Un café que habla de legado… y del precio de sostenerlo.
Este café destaca por sus notas cítricas a naranja y mandarina, además de poseer un sabor dulce a caña de azúcar
SOBRE LA FINCA
Desde una finca en Dota, Tarrazú —cuna del mejor café de Costa Rica— nace este grano único. En 2018, Solís y Cordero comenzó con una misión: llevar al mundo cafés que cuentan historias reales, del productor, su tierra y su forma de vivir.
La más intensa de la trilogía. Un café con herencia, conflicto y redención. Brillante acidez, notas cítricas a naranja y mandarina y un final que exige respeto. No es el más fácil. Ni el más amable. Pero como todo lo que deja huella, no se olvida. Un café que habla de legado… y del precio de sostenerlo.